Sabían que Napoleón Bonaparte decidió construir este arco tras su victoria en la batalla de Austerlitz (1805), tras prometer a sus hombres: «Volveréis a casa bajo arcos triunfales». De 50 metros de altura y 45 metros de largo, el Arco de Triunfo despliega su imponente silueta en la extremidad oeste de la famosa avenida de los Campos Elíseos, fue inaugurado treinta años más tarde, por el rey de los franceses Luís Felipe, quien lo dedicó a los ejércitos de la Revolución y del Imperio.
Este Monumento histórico, el Arco de Triunfo representa un símbolo patriótico. Desde 1921, a sus pies se encuentra la tumba del Soldado desconocido de la Primera Guerra Mundial. Para conmemorar su memoria, y más ampliamente a todos los soldados muertos en combate, una llama del Recuerdo brilla en su tumba desde 1923. Tradicionalmente, se reaviva cada día a las 18:30.
El Arco de Triunfo reserva una ventaja muy apreciada por los visitantes en busca de un poco de altura: una terraza panorámica. Situada en la parte superior del monumento, ofrece una vista inexpugnable de la capital, del museo del Louvre hasta la gran Arca de la Défense. Además, constituye un lugar privilegiado para admirar la organización en estrella de la plaza Charles de Gaulle, más conocida por su antiguo nombre de plaza de l’Étoile (Estrella), y las doce avenidas que parten de la plaza.
Así que cuando tengan la oportunidad de viajar a París no olviden contemplar este monumento, les impactará se los aseguro 🙂
Fuente y foto: Sitio Oficial de Francia