
En el siglo XIX, la zona este de Londres alcanzó tal densidad de población que era necesario construir un nuevo puente que ayudará al tránsito de los peatones y vehículos. Finalmente, en 1876, la City of London Corporation, responsable de esa parte del río Támesis, se enfrentó a un gigantesco desafío: cómo construir un puente más allá del Puente de Londres, río abajo, sin interrumpir el tráfico fluvial.
Fue en ese mismo año que se constituyo el «Comité especial puente o paso subterráneo» para generar ideas y también se convoco un concurso para diseñar un nuevo lugar donde la gente pudiera pasar.
Se presentaron más de 50 diseños, algunos de los cuales se exhiben en la exposición del Tower Bridge. Sin embargo, Horace Jones, el arquitecto municipal, y John Wolfe Barr, no ofrecieron como solución el diseño elegido para el Tower Bridge hasta el mes de octubre de 1884.
La construcción del Tower Bridge duró 8 años y contó con la colaboración de 5 importantes contratistas y la labor incesante de 432 obreros de la construcción. Para sujetar la construcción, se hincaron dos enormes pilares en el lecho del río y se utilizaron más de 11.000 toneladas de acero para construir el armazón de las torres y las pasarelas. Este armazón fue recubierto de granito de Cornualles y piedra de Portland con el fin de proteger la construcción en acero subyacente y dotar al puente de un aspecto más bello.
Fue uno de los puentes más largo y sofisticado del mundo, sus brazos levadizos eran accionados hidráulicamente por enormes máquinas de vapor. La energía se almacenaba en seis acumuladores gigantescos y se utilizaba en cuanto era necesaria para levar el puente. Los acumuladores alimentaban las máquinas, que levantaban y bajaban los brazos levadizos. A pesar de la complejidad del sistema, los brazos levadizos sólo tardaban cerca de un minuto en elevarse hasta su ángulo máximo de 86 grados.
En la actualidad, los brazos levadizos siguen funcionando con energía hidráulica, pero desde 1976 son accionados por petróleo y electricidad, en lugar de vapor. Las máquinas de vapor, los acumuladores y las calderas de vapor originales se exhiben en la exposición del Tower Bridge.
Fuente y Foto: Tower Bridge