Psicología del color en nuestra casa


Este Jueves hablaremos de la psicología del color aplicada a espacios habitables, como puede ser tu oficina, recámara, comedor, sala, etc., imagina que estas en tu sala cómodamente instalado en un sillón leyendo un buen libro, por la venta puedes ver que el sol brilla afuera y hace un día caluroso, te detienes por un momento a pensarlo, bajas la vista hacia la manta que tienes en las piernas ¿Por qué sientes frió si el día en realidad es cálido?, no te asustes, ya que probablemente la respuesta se halle en los colores y accesorios que adornan tu estancia.

Seguramente te estarás preguntando, ¿Qué tienen que ver con los colores de mis muros?. Pues sí, todos los colores con los que estamos en contacto a lo largo del día tienden a afectar nuestras percepciones y a veces hasta nuestro estado de ánimo. Regresemos al ejemplo de tu sala, suponemos que ahora que sabes esto decides quitar ese azul cielo de tus paredes reemplazándolo por algún otro color que no te haga pensar que estas por el polo norte, pero no sabes cual sería el color ideal para aportar calidez a tu estancia. Lo importante de la psicología del color es saber que clase de ambiente aporta cada gama, por ejemplo:

Tonos cálidos
Como su nombre lo indica dan la sensación de energía y calor, los que están comprendidos en esta gama son: Rojos, Naranjas, Amarillos y Rosas, excluyendo sus tonalidades pasteles por que esas son otra historia.

Tonos fríos
Estos son lo contrario de los cálidos, ya que representan pasividad y frialdad, los colores de esta gama son: Blancos, Azules, Morados, Verdes y Grises, Sin embargo también existen sus excepciones tonales.

En realidad al momento de elegir un color para tu estancia debes basarte en tu experiencia propia, si  el color naranja a ti te reporta la sensación de cálidez ese será el indicado para tu sala, solo será cuestión de encontrar el tono adecuado, convinar sabiamente los accesorios y texturas.

Fuente: Nuestras casas