¿Compartes tu casa con muchos inquilinos que no pagan renta? Ten cuidado! tal vez estos bichitos no deseados en tu hogar ya estén causando problemas de salud a tu familia. Checa estas recomendaciones para fumigar tu casa.
El manejo de fumigantes debe ser tratado por un profesional, que sepa cuál es el producto idóneo y la cantidad adecuada de dicho producto. Existen diversos tipos de fumigación, por ejemplo:
– Para evitar el ingreso de insectos se utiliza una técnica de saneamiento para controlar cucarachas, pulgas, moscas, hormigas, garrapatas o polillas.
– Fumigación destinada a acabar o controlar roedores.
– Desinfección, es un saneamiento que tiene la finalidad de combatir bacterias y virus para evitar contagios y otra clase de infecciones.
Hay medidas de precaución necesarias para evitar envenenamientos. Debemos recordar que en mayor o menor medida, los fumigantes son tóxicos para el ser humano.
Después de fumigar, debes dejar pasar cierto tiempo antes de poder entrar a tu vivienda (incluidas tus mascotas), lo más adecuado es que desinfectes tu casa antes de habitarla, si estás por cambiarte de casa puedes contratar a un profesional en fumigación mientras tu preparas tu mudanza.
Si ya estas habitando especies que ponen en peligro a tu familia, puedes aprovechar temporadas vacacionales para fumigar, eso sí ya con las maletas afuera!
No se puede exagerar en tema de Fumigación, los expertos recomiendan que cada dos o 5 años puedes realizar este procedimiento, se trata de controlar especies dañinas no acabar por completo con el aire que respiramos y llenarlo de químicos.
Aprovecha estas vacaciones! es recomendable fumigar cuando no hay lluvias 😀