Los focos ahorradores son bombillas fluorescentes compactas que brindan una corriente luminosa semejante a los focos convencionales. ¿Pero por qué ahorran energía?
Éste tipo de focos utilizan 80% menos de energía porque no producen el mismo calor que un foco tradicional, además su tiempo de vida es mucho más prolongado, pronto comprobarás que consumir este tipo de focos beneficiará mucho a tu economía.
Es cierto que invertir en este tipo de lámparas ahorradoras es una inversión elevada en comparación con las bombillas de siempre, mientras un foco cuesta alrededor de los $15 pesos, un foco ahorrador está entre los $40 y $50, pero este «gasto» es una inversión a largo plazo, se reditúa con el poco consumo energético. El tiempo de vida útil de una bombilla incandescente tiene aproximadamente mil horas de vida, mientras que la de los focos ahorradores supera esta cifra en promedio por ocho veces más.
A diferencia que los focos incandescentes, los focos ahorradores funcionan por medio de un gas que ioniza y provoca la iluminación en conjunto con la pintura blanca especial que tienen las paredes interiores del tubo. Estos focos contienen vapor de mercurio, es un gas tóxico; si se llegara a romper una de estas lámparas en tu casa te recomendamos abandonar la habitación por lo menos 15 minutos, y levantar los restos con un trapo húmedo de preferencia; sus desechos los puedes depositar en contenedores especiales de la misma CFE.
La Comisión Federal de Electricidad propone campañas de canje de focos convencionales por ahorradores. La campaña consiste en llevar 8 focos convencionales y tu recibo de luz para canjearlos por lámparas ahorradoras. Si tienes alguna duda sobre este canje consulta en luzsustentable.gob.mx