En el 2004, la UNESCO incluyo en su lista de Patrimonio Mundial La Casa Luis Barragán construida en 1948, es una de las obras arquitectónicas contempóraneas de mayor trascendencia.
Es el único inmueble individual en América Latina que ha logrado tal reconocimiento, en palabras de la UNESCO «es una obra maestra dentro del desarrollo del movimiento moderno, que integra en una nueva síntesis elementos tradicionales y vernáculos, así como diversas corrientes filosóficas y artísticas de todos los tiempos».
La casa conserva la fidelidad tal como la habitó Luis Barragán hasta si muerte en 1988. Este museo comprende la residencia y el taller arquitectónico, es propiedad del Gobierno del Estado de Jalisco y de la Fundación de Arquitectura Tapatía Luis Barragán.
Planta Baja / Fachada
Ubicada en una pequeña calle en el antiguo barrio de Tacubaya, la fachada principal es una sola pieza con orientación sur-poniente, se alinea con la calle obedeciendo al gesto de las demás construcciones. Este barrio estaba constituido por casas de pequeña escala y por la tradicional vivienda: la vecindad, se encontraba en contexto con los talleres de oficios, las tiendas de abarrotes, etc.
El arquitecto decidió construir la casa en este barrio en vez de hacerlo en los Jardines del Pedregal, fraccionamiento para la élite mexicana, tal vez como un testimonio de los valores de urbanidad que le fueron cercanos.
Podría pasar por inadvertida ya que su expresión es austera y casi inacabada, de no ser porque su escala contrasta con las construcciones del barrio, pareciendo así humilde e intencionalmente anónima.
Sobre el plano de la fachada se proyecta la ventana reticular y translúcida de la biblioteca. La casi totalidad del exterior conserva el color y la aspereza naturales del aplanado de concreto donde solamente se han pintado las puertas de acceso peatonal y vehicular, así como la herrería de las ventanas.
En esta sobriedad de la fachada contrastan, en su ángulo superior izquierdo, dos planos en una misma esquina: el amarillo y el naranja. Finalmente, la verticalidad blanca de una torre utilizada como depósito de agua remata la silueta de la casa contra el cielo.
La portería y el vestíbulo
La portería, este acceso de dimensiones reducidas tiene una luz teñida por un vidrio amarillo en una reinterpretación de un espacio tradicional, funciona como un lugar de espera y al mismo tiempo como un espacio donde se preparan los sentidos, cuenta con una paleta de materiales precisa: madera, piedra y muros encalados.
Con el mismo material de piedra volcánica que forma parte de la portería se pasa a través de la segunda puerta, hasta llegar al vestíbulo pintado con un sólido rosado, podría ser entendido como una sustracción a la densidad volumétrica del color. De tal manera que el interior del muro sigue siendo rosa.
La estancia
Varios elementos decoran este espacio, como lo es el biombo de pergamino así como el jardín que puede observarse por la gran ventana en la estancia, la amueblan las sillas, butaca, mesas de madera sólida y el facistol monacal.
La biblioteca
Entre los dos planos blancos de media altura, se ha conformado un lugar de trabajo para la biblioteca donde se resguarda una mesa de madera gruesa, que a su vez forma una sola pieza de mobiliario con el librero en esquina.
El taller
Lo que destaca en este espacio es el techo inclinado de madera, iluminado por una ventana que mira hacia el oriente, lo que se llega a observar desde aquí son las copas de los arboles vecinos, dejando fuera la vista de las azoteas y las antenas vecinas.
Debido a la extensión del tema en un segundo post les compartiré las siguientes áreas de la casa que son: el patio de las ollas, el jardín, el comedor y desayunado, tapanco y habitaciones de huéspedes, cuarto blanco y habitación principal y el vestidor o cuarto del Cristo.
Si quieren ir a visitarla se encuentra ubicada en:
General Francisco Ramírez 12-14
Colonia Ampliación Daniel Garza
México, D.F. 11840
Visitas previa cita:
Lunes a viernes 10:30, 11:30, 12:30, 15 y 16.
Sábado 10:30 y 12:00
Entrada general: $200
Estudiantes, maestros y adultos mayores mexicanos, $80
Fuente y fotografías: La Casa Luis Barragán